miércoles, 11 de septiembre de 2013

La Malinche, de Gorostiza, orquestadora de la historia


La Malinche, de Celestino Gorostiza presenta a una mujer política capaz de conducir el carro de la historia a donde ella quedaría como protagonista en esa coyuntura fundacional. La obra tiene una estructura que no exige tantos requerimientos para la puesta en escena. Son tres actos con detalles muy elementales para caracterizar el espacio representado. Las entradas y salidas juegan un papel importantísimo ya que dan la pauta para la transición de las acciones y el avance de la obra.
No cabe duda que en esta pieza son evidentes los elementos que Adam Versényi señala como característicos del teatro latinoamericano: religión, política y teatro. En La Malinche se puede ver el entramado político que esta mujer va preparando para encauzar su llegado junto a Hernán Cortés hasta Tenochtitlan. Planea cómo limitar a los capitanes españoles, los pactos y pugnas con los grupos indígenas con los que se encuentran en su viaje al palacio de Moctezuma, y finalmente el enjuiciamiento del conquistador.

Asimismo, esta pieza muestra la importancia de la religión como material cohesionador entre las culturas donde si bien se hallan muchas diferencias también están las bases para que se imponga la que será dominante. La política, entonces, se va amasando con la religión y queda lista para la cocción de quienes tengan las riendas de la empresa, en este caso, conquistadora.
El teatro, finalmente, como expresión artística espectacular crea el impacto de cada acción que se toma y que repercute en la consecuencia histórica. Hay un desarrollo dramático en los diferentes encuentros y en las decisiones que se toman para llegar a donde el emperador azteca.
Otro punto importante tiene que ver con lo que propone Juan Villegas para la periodización del teatro. La obra de Gorostiza se insertaría en el sistema de la Modernidad y en el subsistema "De los discursos teatrales de la nueva revolución. De la Guerra Fría a la posmodernidad". Se ubicaría aquí tanto por la fecha en la que se publica la obra, 1958, como por la propuesta posmoderna, ya que se trata de una reinterpretación de la historia de la conquista donde el papel de Malintzin se resignifica y tiene nuevos matices. Tienen mucha mayor presencia otros actores como los mensajeros y otros pobladores indígenas que Moctezuma. Aunque no es una obra que aborde totalmente la periferia, sí que abre el abanico de participantes y lo aleja del centro tradicional de interpretación.

2 comentarios:

  1. ¿Pero te gustó la obra, o no? Es una lástima que nos hayamos perdido la clase. El plan era revisar 4 distintas opiniones al respecto que van de acá para allá. Y que creo que es así... muchos altibajos. Además, yo le preguntaría, ¿por qué tan cuidadoso en respetar la historia, en lo general? Y, ¿por qué tan atrevido con Cuauhtémoc? Espero que haya tiempo, por lo menos media hora, para discutir estos asuntos.

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  2. Sí me gustó. Las aguas desquiciaron toda la ciudad y las clases no fueron la excepción. Me parece que tiene aciertos en la disposición de los espacios y de la intriga política. Aunque sí, este Cortés me parece más débil y plano que otros.

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